lunes, 13 de abril de 2009

Ejemplo de Perdón

Hace tiempo, conversaba con uno de mis clientes, quien había sufrido un rechazo. El estaba muy enamorado de una mujer. Eran amigos y algunas veces salían, asistían juntos a exposiciones y conferencias, les agradaba lo místico religioso. Una mañana al salir de una conferencia, ella le confesó que estaba enamorada de un hombre, sin aclarar de quien, el comenzó a formarse la esperanza de que ella al fin se hubiera enamorado.
No fue así, minutos después mencionó el nombre de su verdadero amor y mi cliente no pudo soportar el rechazo, entro en una crisis de enojo y casi fue violento con ella. Le dijo que no podían seguir siendo amigos y que debía poner más cuidado en las cosas que hacía. Se despidieron para siempre.
Unos días después analizamos la situación. Después de un trabajo interno muy sencillo, El concluyó que anhelaba una pareja, y que le hubiera gustado que fuera ella, quien se había convertido en su compañera para eventos culturales y cuya compañía era muy agradable. Sin embargo ahora era consciente de que si se mantenía enojado por haber sido rechazado, era posible que no fuera capaz de mirar a otras posibilidades.
Le dije que la vida, está haciendonos llegar todo el tiempo, todo lo necesario para vivir bien, y que el resentimiento no nos permite verlo. Es bueno enojarse y hablar de nuestra molestia. Pero luego hay que dejar que pase, perdonar y ocuparse de la vida en presente continuo.
Hicimos algunos ejercicios para limpiar sus canales emocionales y unos meses después conoció a una mujer maravillosa con la que vive feliz. Llamó a su amiga y se reconcilió con ella, ahora ya no se ven tan seguido como antes, ni se acompañan a todas partes, pero son buenos amigos.
Este es el valor del perdón.

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